Me envenenó la química de tus miedos
que con mi vértigo y espirales
hicieron de la altura excusa
y de las musas recuerdo
Sera que no es técnica sana,
ni ingenio de biologia,
la que del miedo me nace,
y arañas de apologia.
Mi espalda, una noche, un deseo
ya basta!
Me envenené de tus labios, sin tocarlos
y te regale a la luz de mi acento
en vuelos que llevamos tan profundos
que interrumpen miradas de arrebato
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