jueves, 29 de septiembre de 2011

LA MESA CUADRADA

Estoy sentado con viejos amigos
bajo una luz tenue en una mesa cuadrada,
los corazones bailotean y las paredes se hinchan
y palabras y miradas y sonrisas y...

Entonces sucede:

Como himno hipnótico de las profundidades
delizandose con sigilo
una melodía hueca se apodera de mí.
Desaparezco.
No veo.
No oigo.
No deseo.
No vacilo.
No vivo y no muero.

Solo, ahí sentado
sin estar ahí sentado y mientras...

...esa melodía hueca, seductora,
reptando por mi corazón,
por mi cabeza.
Callando cada extracto de materia
en un sin fin de imágenes vacías.

No vivo y no muero.
Sin espera.
Sin delirio.

Ese silbido paseando suavemente
por mis oidos y mis manos,
que tal vez provenga de algún vórtice
y todo lo demás gravita a su alrededor
siempre esperando a explotar.

¡¡En ese mismo instante recuerdo
que hasta una roca posee más vida que yo!!

Vuelvo a la mesa cuadrada
con los viejos amigos
y escucho y veo y sonrío...

K. Balkintar

1 comentario: